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viernes, 6 de mayo de 2011

El cambio como aprendizaje

Todo cambio resulta o bien de la adquisición de conocimientos nuevos, o bien de una reconstrucción de la realidad que puede ser consciente o inconsciente, de naturaleza cognoscitiva, técnica o conductista.
Bateson define cuatro niveles de aprendizaje:
  • Nivel 0: corresponde al acto reflejo y designa todos los casos en que un mismo estímulo provoca sistemáticamente una misma respuesta. Por ejemplo, el movimiento que nos hace retirar la mano de una fuente de calor demasiado fuerte.

  • Nivel 1: hace referencia al condicionamiento. Como el perro de Pavlov que no tenía el reflejo instintivo de salivar a golpe de timbre, va a aprender a salivar cuando el timbre suene.


  • Nivel 2: transferencia del mismo aprendizaje a otros contextos. El sujeto aprende a aprender: es capaz de utilizar lo que ha aprendido para otra situación. Por ejemplo, si he aprendido a conducir un coche, puedo conducir cualquier otro.

  • Nivel 3, el acceso al cambio profundo: compete al campo del desarrollo personal y del coaching de empresa. Es un indicador de los resultados de formación en management, en comunicación y en adaptación al cambio, que aspira a una transformación de las mentalidades y de los comportamientos.

Cuando las experiencias de nivel 2 se hacen para el individuo inoperantes, fuente de aislamiento, fracasos e insatisfacciones, éste necesita aprender a cambiar sus hábitos adquiridos a través del aprendizaje 2, es decir, a reorientar sus comportamientos en contextos más apropiados.
Poner en práctica el aprendizaje 3 por uno mismo es mucho más difícil, dado que éste surge de una reinterpretación de la realidad y no del esfuerzo o de la voluntad. Cuando se ha producido un cambio de nivel 3, se ha producido espontáneamente, la mayoría de las veces resulta de un acontecimiento tan importante en la vida del sujeto que genera un cambio automático de su visión del mundo.

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